BLOCKCHAIN Y CRIPTODIVISAS
Por: Alejandro Muñoz
A día de hoy, tras el boom que tuvieron las criptodivisas en 2018, la mayoría hemos oído hablar del bitcoin y de otras criptodivisas y también de la blockchain. Pero, ¿sabemos qué es exactamente esto y para qué sirve?
Lo primero que vamos a hacer para entenderlo es definir qué es la blockchain o cadena de bloques. La cadena de bloques es un sistema informático con la misión de almacenar datos de una forma segura. Una de las claves de este sistema es que es un sistema descentralizado compuesto de muchos nodos (ordenadores conectados a la cadena de bloques desde diferentes partes del mundo). Dicho de una manera fácil de entender, este es el funcionamiento: cuando uno de los nodos (ordenadores conectados) quiere introducir información nueva en la base de datos, genera un bloque de información y éste debe ser validado a través de complicados algoritmos por el resto de nodos. Una vez es validado, ese bloque de información entra en la cadena de bloques, formando parte de ella para siempre, y estando respaldado por todos los nodos que gestionan dicha cadena. Así es como se forma la cadena de bloques, y cada vez que se añade un bloque nuevo, todos lo nodos conocen ese bloque de forma que ya no podrá ser modificado nunca, pues si alguien (un hacker) intenta modificar un bloque (o la información que se almacena en ese bloque) el resto de nodos no validarán los cambios, haciendo imposible que esto ocurra.
Es por todo esto que la cadena de bloques es un sistema de alta seguridad que consiste en que todos los miembros de la cadena sepan y conozcan todo el histórico de información, de forma que ya no pueda ser alterado sin que nadie se de cuenta.
Para poder alterar dicha información, se debería hackear absolutamente todos los nodos de la cadena al mismo tiempo. Algo que resulta imposible, porque los nodos de una cadena son innumerables y todos con un simple ordenador podemos formar un nuevo nodo.
Por su puesto, todas las comunicaciones entre los nodos tienen cifrado de punto a punto.
Los algoritmos de cifrado y de validación de bloques, son criptográficos, de ahí viene el nombre de las criptodivisas. Esta tecnología se invento en 1991, pero no tuvo éxito hasta 2008, cuando nació Bitcoin.
Todo esto nos lleva a la siguiente definición: ¿Qué es Bitcoin y qué son las criptodivisas?
Bitcoin propiamente es una criptodivisa. La primera de varios miles más, y la más utilizada. Según la explicación anterior, cuando los nodos generan un bloque nuevo y lo introducen en la cadena de bloques, se genera una recompensa por ese trabajo, esta recompensa es la criptodivisa en cuestión. Cada cadena de bloques tiene su propia criptodivisa. Y cada criptodivisa tiene su función específica, la cual puede ser, servir como moneda de cambio, como contratos inteligentes, como certificados digitales, y un largo listado e funciones. Cada criptodivisa tiene también sus características como, por ejemplo, el número máximo de unidades que se van a generar, el numero de decimales que tiene (en el caso de bitcoin tiene hasta 8 decimales).
Y por supuesto, cada criptodivisa tiene un valor en dólares o en euros que cotiza en tiempo real. Este valor depende exclusivamente de la oferta y la demanda y no se puede ver manipulado ni influenciado por ningún tipo de política fiscal o económica, ya que la criptoeconomÍa no está respaldada por ningún banco central ni ningún gobierno. Se autogestiona y se autorespalda mediante algoritmos.
Para comprar o vender criptodivisas, hay multitud de plataformas para hacerlo, y desde que empezaron a estar al alcance de todo el mundo, se ha empezado a tener muy en cuenta como activo financiero complementario a las carteras de inversión tradicionales, o bien para especular en el corto plazo, o bien buscando un activo refugio. Hay quien dice que el día de mañana será el activo refugio por excelencia dejando atrás al oro.
Como dato curioso para poder comparar el rendimiento de las 2 criptodivisas más importantes del mercado (Bitcoin y Ethereum) con el mercado de valores os dejamos la siguiente tabla con el valor del rendimiento Year To Date, es decir, su evolución desde el 1 de enero de este año hasta hoy: