«Aunque no podamos decir que lo nuevo es siempre mejor, estoy de acuerdo en que nada volverá a ser igual pero entiendo que las entidades financieras han dado un paso adelante en procesos que ayudan a la comercialización en remoto, cosa que parecía imposible hasta hace poco tiempo».

Joaquim Altés Gimenez

 

 Citamos articulo interesante  Por Santiago Diez Rubio, en El Asesor Financiero

https://elasesorfinanciero.com/agentes-financieros-en-la-era-confinamiento/#.XsWbekx7M_A.linkedin

El mundo de los agentes financieros es uno de los más preparados para el teletrabajo, y ello se debe a que las entidades crearon este canal para llegar donde a ellos no les es rentable llegar o no tienen capacidad para lograrlo. Por ello el agente venía disponiendo de medios que han tenido que dotar las entidades a sus banqueros, ya que es muy habitual que los agentes trabajen habitualmente de forma mixta, en su centro de agentes o desde su casa, según le convenga, pudiendo acceder a todo lo que necesita para dar un servicio de calidad a su cliente con independencia de donde lo haga.

Y es que, la figura del agente financiero destaca por su libertad en muchos aspectos: flexibilidad horaria, libertad para trabajar desde casa o en su oficina, reuniones en diferentes ciudades, o simplemente realizando una videollamada. Cada agente organiza sus días como considera, ya que el objetivo es lograr mayor productividad, y no tener que ir a un centro de trabajo y cumplir horarios.

Antes de la “era confinamiento”, el reunirse por videollamada era visto cómo algo frío y distante, y en sectores como la banca privada, donde la confianza es de vital importancia, el contacto interpersonal era visto como algo muy importante. Pero, tras estos meses que estamos viviendo, no todo volverá a ser igual.

Nuevas formas de comunicarnos

El sector financiero experimenta estos meses un teletrabajo “forzado”. Muchos al principio consideraban su éxito imposible, pero el ser humano a todo se adapta, y este cambio ha traído algo que viene para quedarse: las nuevas tecnologías

Hemos visto como a través de diferentes plataformas como Skype, Webinar, Google Meet, Zoom, etc., es posible generar conferencias, talleres, cursos o seminarios retransmitidos a través de Internet, en tiempo real, donde la interacción entre los participantes es inmediata, igual que en la comunicación tradicional. Aportando inmediatez, versatilidad, ahorro de costes, trato directo y su adaptación a todo tipo de dispositivos.

Estas nuevas formas de comunicarnos no buscan sustituir al contacto directo, sino complementarlo. En banca privada seguirán los planes de visitas a clientes y esto sumará una cercanía mayor al aplicar en las relaciones personales el uso de estas herramientas, ya que muchos banqueros me transmiten que cuando finalice esta situación excepcional, todas las herramientas que han incorporado van a quedarse.

Tiempos de cambios

En estas semanas hemos comprobado cómo, tanto el agente financiero como el banquero está más abierto y receptivo en estos momentos a escuchar planes y opciones, ya que son tiempos de cambios. Mientras que un banquero en nómina se preocupa de lo que es importante para su cliente y de si su entidad sobrevivirá tras esta crisis y de qué planes de reestructuración vendrán, un agente pasa la pandemia preocupado profesionalmente por el comportamiento de las inversiones y por las situaciones complejas de sus clientes, pero ha podido comprobar cómo su modelo es un éxito hasta en momentos muy difíciles como los actuales ya que sobrevive y lo hace con éxito.

Una nueva visión de la vida

Otro apartado que nos ha traído la pandemia es que nos hace valorar la vida de forma diferente, cosas que antes veíamos normales, cotidianas, se han convertido en un lujo que ahora sí valoramos. Nos ha hecho pasar más tiempo en familia, quizá nos ha dado el tiempo que necesitábamos para estar con nuestros hijos jugando al fútbol en el pasillo, al pin pon en la mesa del comedor o corriendo juntos por casa.

Hemos visto el lado más humano de nuestros clientes, viviendo el día a día sin el estrés habitual de una vida que no nos dejaba tiempo para disfrutarla. De esta experiencia extraemos la necesitad de una mayor conciliación, planes mixtos de teletrabajo, el respeto al medio ambiente que nos rodea y el valorar en qué estábamos invirtiendo nuestro tiempo, y el ser mas sensibles a todo lo que nos rodea, procurando que cuando esto acabe, seamos mejores personas. 

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